Una pregunta recurrente entre los corazones rotos. Sin duda ese dolor y esas ganas (sobre todo en quien es dejado) de regresar con esa persona es motivo de largas charlas y muchas depresiones.
A pesar de ser tan común la pregunta, la respuesta absoluta no existe. Diferentes métodos para regresar se han discutido en largas charlas de café dónde la conclusión siempre recae en recetas poco fiables y llenas de esperanza.
En lo particular lo primero que yo recomiendo es analizar las causas del rompimiento. A mi punto de vista muy particular este simple hecho es el más complejo de todos, pues en general todos creemos que hicimos todo bien o que fuimos maltratados. Tener un análisis claro y lo más objetivamente posible de la situación es una faena virtualmente imposible pues en esos momentos el sentimiento está a flor de piel y razonar es complicado.
Por lo mismo, es importante calmarnos y hacernos muchas preguntas, sobre todo en la más importante ¿qué puedo cambiar para que las cosas mejoren y por qué no lo hice antes? Si la respuesta es clara entonces hay algo sobre lo cual trabajar y mostrar con acciones un deseo por remendar lo hecho. Si por el contrario la respuesta recae en que la otra persona es la que debe cambiar o peor aún si no podemos hacer nada para resolverlo lo mejor es no tomar acción alguna.
Lo sé, el tema es complejo y amplio y lo que pueda escribir siempre será incompleto y faltará tomar en cuenta muchas variables. Les recomiendo echarle un vistazo a sitios como https://myloveunion.com/ que se han tomado la molestia de darle un seguimiento más a fondo.
El miedo al rechazo es por mucho uno de los más difundidos en todos nosotros sobre todo cuando nos enfrentamos a ese escenario dónde alguien nos gusta y queremos saber si somos correspondidos. Pero, ¿hay una respuesta a ello?
A mi parecer no hay pregunta más vieja en el reportorio de las relaciones interpersonales como la famosa “¿Cómo saber si le gusto?”. En general la respuesta más lógica y la solución con más posibilidades de éxito es preguntarle a la persona en cuestión. Sí. Suena obvio y evidente, aunque la persona que pregunta esto realmente lo que quiere saber es “¿Cómo saber si le gusto sin tener que preguntarle?”.
Los métodos indirectos abundan y una página que los explora de buena manera es http://comosabersilegustas.org/ dónde hay apartados bastante detallados y explicados de buena manera para tratar de analizar si le gustamos a cierta persona. En general todo recae en análisis de comportamiento y de lenguaje corporal. Si bien el ángulo es el correcto el principal problema de ello es que debemos de tener un conocimiento amplio de dichos comportamientos y lenguaje corporal previo con el cual podemos compararlo. Por ejemplo la famosa “cuando te habla se toca el cabello” es vencida cuando la gente tiende a tocarse el cabello por manía, estrés o simple costumbre. No siempre es tan sencillo de analizar.
Pero aun cuando tenemos conocimiento de la persona, no todas las personas actúan ni piensan similar, además de que le podemos gustar MUCHO o POCO a una persona, lo que también influye en los comportamientos que cada quien expresa. Por lo mismo yo siempre me niego a dar respuestas a dichas preguntas, la realidad es que no hay una respuesta definitiva más que “depende de cada persona y situación”.
A pesar de ello no sobra siempre leer sitios como el mencionado y empaparse del tema, igual y en una de esas les sirve.
¿Se puede escapar de la friendzone? La respuesta es clara y no deja lugar a dudas: NO. A pesar de ello todos conocemos casos en que un chico que “estaba en la friendzone” logró salir de ella. ¿Entonces en qué quedamos?
El concepto de “banca” (haciendo alusión al futbol) es aquella zona dónde siempre existe esa posibilidad de poder entrar en el terreno emocional de una persona pero en un futuro. En cambio la friendzone es aquella zona dónde nunca existirá (ni existió) la posibilidad de entablar una relación romántica con dicha persona.
La banca es entonces como una lista de espera en la que se puede estar de diferentes maneras y por distintas razones. Una razón clásica es aquella en que la persona se encuentra en una relación sentimental actual y “no se encuentra disponible”, una manera de estar en ella es siendo un amigo muy cercano rayando en el pagafantismo pero sin serlo. Debido a esto es que muchas veces se puede confundir esta inversión de recursos con la friendzone pues los comportamientos no son fácilmente discernibles, confundiendo hasta a los mismos actores en dicha relación.
Hay que dejar en claro. No se puede escapar de la friendzone pues la razón por la que se entra ahí (o más bien lo ponen a uno) es porque no hay un interés romántico/sexual hacia esa persona, es decir “no hay química” y esa «química» no tiene los elementos necesarios para desarrollarse.
Algunos no creen en ella y otros la viven en carne propia. La “friendzone” (acuñado por la serie de televisión “Friends”) se ha vuelto todo un concepto en la dinámica de parejas digno de amplio estudio y apasionado debate.
La “friendzone” tiene muchas definiciones y como tal nadie se ha puesto muy de acuerdo de lo que es y no es. En España el concepto está bien definido y para ello la película de “pagafantas” deja en claro las características que la persona debe cumplir para poder considerarse en la “friendzone” (y con las cuales creo se define perfectamente):
- Hay un interés romántico/sexual de una de las partes.- el interés no necesariamente se tiene que hacer patente, pero sí debe de ser claro.
- No hay un interés romántico/sexual de la otra parte.- no debe haber una atracción ni romántica ni sexual por el otro (ni posibilidad de desarrollarla).
- No habrá manera de que esto cambie.- se cree que algunos han salido de ella. Esto es falso. Si se sale nunca se estuvo en la friendzone sino en “la banca”. La friendzone se basa en que una de las parte no ve ni verá nunca como un pretendiente potencial a la otra.
Esto es en resumen y en su esencia lo que es la “friendzone”.
Ahora bien, es cierto que en general son hombres los que son puestos en la friendzone por las mujeres, pero eso no implica que las mujeres corran la misma suerte. La friendzone es equitativa, no distingue género, clase social, raza, nacionalidad, etc.
Algo es claro y es que la friendzone es algo que existe y es bastante común, pero es evitable.
Una de las quejas más importantes de las mujeres es el deficiente manejo que los hombres tenemos del rechazo. La queja es válida. En general los hombres reaccionan de manera bastante pobre (muchas veces desproporcionada) ante el rechazo de una mujer.
La razón es sencilla. Una mujer sólo interacciona con un chico una vez y lo rechaza una vez (en la mayoría de los casos) pero un hombre recibe tantos rechazos como veces intenta acercarse a una chica. Un rechazo no es algo que se pueda simplemente “olvidar” o “superar” sino que va generando frustración y resentimiento de manera inevitable. Por lo mismo, una mujer al ver la reacción que un hombre tiene ante su rechazo no está viendo el efecto de ese rechazo aisladopues s sino el acumulado de todos los rechazos hasta ese momento.
Es justo lo que muchas mujeres plantean “¿Es justo que yo tenga que sufrir por el rechazo de otras mujeres?”. La respuesta es sencilla. No, no es justo, pero la vida no es justa y esta es una realidad para la que se debe preparar toda chica si es que quiere tener un mejor entendimiento de este desagradable fenómeno. Así mismo parte de entender esto es para tratar que la situación mejore y que cuando un rechazo sea necesario, este se haga de la manera más amable y positiva posible, pues debe tener en cuenta que la siguiente chica tendrá que lidiar con los estragos que ella ocasione.
Los chicos por su lado deben de entender que su manejo del rechazo debe mejorar. Si bien sí están expuestos a demasiado rechazo y se espera de ellos un mejor manejo (y están mejor equipados emocionalmente) deben utilizar su inteligencia para no reaccionar de manera desproporcionada cuando esto sucede.
Divagaciones Amorosas 